lunes, 4 de mayo de 2020

MADRE


En la más elevada misión de tu existencia creas un ser, milagro del soplo etéreo y amalgama de apareamiento con el varón. La entrega a su crianza supera cualquier sacrificio a expensas del afecto codiciado de tu cuerpo. Tu sensible y silenciosa madurez comparte momentos de alegría y tristeza, no correspondida finges desconocer la traición, pero continuas el camino indicado que tu consciencia impone. La vida no es cualquier cosa, tu labor no ha concluido, superas con entereza las dificultades, renuevas energías y procreas con amor. Saber que eres el cenit de la creación desestima la intimidación y el engaño, olvidas la devoción aparente, porque en ti abunda la misericordia y el perdón. Quién sino una Diosa serían capaz de todo aquello
 Madre mía, ilumina mi  camino.