sábado, 28 de noviembre de 2015

SHOFAR



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  1. EL SHOFAR Y LA MÍSTICA
    Desde los comienzos de la era judaica, se cuestionaba insistentemente el por qué ya no se percibían los milagros y el estado de perfeccionamiento del hombre , teniendo que vivir bajo amenazas constantes de enemigos y en el caso particular de los descendientes de Yaacov, en la esclavitud en Egipto bajo el yugo del Faraón. La respuesta que dan los eruditos es por el pecado original, la desobediencia a Dios.
    En ese sentido, surge un líder llamado Moisés, que se da a la tarea de sacar a más de tres millones entre judíos y egipcios esclavos del entonces Ramsés 1.
    Convencer a tantos hombres mujeres ancianos a tomar el difícil camino del desierto no fue tarea fácil. Liberarlos de una esclavitud, donde mal que bien, comían y tenían techo, para llevarlos a un viaje de inciertos, debió manejar esa situación con otro efecto distinto al sólo hecho de liberarlos. Ese otro elemento lo manejó Moisés con la palabra de Dios.
    Moisés no fue un orador, es mas, tartamudo de nacimiento, de allí que surge la necesidad de un retorno a la espiritualidad, a lo místico, para así animar a tanta gente a emprender esa travesía.
    El Shofar, es un cuerno de carnero o gacela, que se limpia interiormente y de ella se pueden soplar unas notas agudas a decir muy penetrantes. Se conserva esa tradición desde hace 2.500 años, con la misma tonalidad desde entonces. Para comenzar el éxodo, se toca el Shofar, y con ello se logra un despertar a la consciencia, un ruego a Dios para pedir protección y un clamor de confianza en el líder. Los tres sonidos son : La tekiá, que es una tonalidad larga y aguda, aquí se trata de que el hombre despierte de su aletargada condición y acuda al llamado de Dios, el segundo sonido es el shevarim, con tres tonos seguidos con una pequeña interrupción entre ellas, aquí se ruega a Dios nos escuche y permita abrir las puertas del cielo, el tercer sonido es la teruá, que consiste en nueve tonos seguidos y rápidos, casi sin interrupción entre ellos, es una especie de sttacato, alegro ma non tropo, diciendo hemos escuchado y te pedimos señor que nos guíes. Curiosamente, el sonido del Shofar le llegó a los israelitas y comenzaron el peregrinaje a través del desierto. Durante el camino y frente al monte Sinaí, Moisés les dijo que subiría a pactar con Dios las leyes a seguir, pues no había libertad sin leyes. Como tardó mucho en bajar, los israelitas perdieron de nuevo la confianza y querían regresar a Egipto, peor aún hicieron un becerro con el oro que fundieron y empezaron a rendirle culto. De nuevo, al bajar Moisés, se tocó el Shofar, para reconducirlos al camino inicial De hecho, surgió efecto, se destruyó el becerro y recibieron por segunda vez las tablas de la ley. El shofar se vuelve a tocar, al divisar la tierra prometida desde una colina al margen del Jordán, y se continuó tocando el shofar antes de emprender las guerras contra los pobladores de Judea y Samaria. Se cuenta que el poder del shofar también actuó en el derrumbe de las murallas de Jericó, sitiado por Josué. La mística, es decir lo inexplicable dentro de la esfera de resultados naturales, es precisamente el cómo influye en la determinación de aquellos hombres a vencer todos los obstáculos influenciados por un efecto sonoro del shofar.
    Hago esta reflexión al comenzar el año 5.777 al ver que es necesario “DESPERTAR” para volver al retorno de la TESHUVÁ, y que en la ocasión del Rosh Hashaná próximo, fecha que se celebra con el sonido del SHOFAR, estemos libres en nuestra condición de hijos del pueblo de JEHUDÁ.
    Max Sihman

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